Diez años de reinvención de ThyssenKrupp desde Asturias
Su centro de innovación de Gijón se ha convertido en una referencia digital | La inteligencia artificial o la realidad vitual son protagonistas de más del 50% de los proyectos de este equipo, que cuenta ya con más de 75 patentes.
En diez años han pasado de trabajar en avances para escaleras mecánicas y pasarelas de embarque a adentrarse en la nube, el mundo de la realidad virtual y el de la inteligencia artificial. El ThyssenKrupp Elevator Innovation Center que la multinacional germana tiene en Gijón acaba de cumplir una década inventando la movilidad del futuro, pensando en horizontal y también en vertical, con la creación del primer ascensor multicabina sin cables del mundo que se traslada en ambas direcciones. Y en este tiempo ha vivido una auténtica revolución digital, porque el 50% de sus proyectos ya tienen que ver con este tipo de tecnología en detrimento de productos tradicionales.
Sus 43 trabajadores, de los que el 90% son ingenieros, se han convertido desde el verano en 43 más uno, con la incorporación de un robot al que han rebautizado como 'Wally', porque a menudo se preguntan dónde está. Llegado de Silicon Valley (EE UU), con él trabajan en cómo puede comunicarse con los ascensores, porque en poco tiempo prevén que estos autómatas sean los que trasladen comida, informes o muestras en la mayoría de hoteles y hospitales.
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Más de 75 patentes avalan el trabajo de este equipo en constante reinvención y que se ha convertido en toda una referencia en el sector. «Porque en la innovación es fundamental comunicar y convencer, el centro de Gijón es portavoz tecnológico del grupo», resume su director, Javier Sesma, que destaca, sobre todo, dos de sus características: su agilidad para pasar de una idea a un prototipo o, incluso, a un producto certificado listo para el mercado, y su capacidad de adaptarse para estar a la vanguardia de la tecnología y adelantarse a las necesidades de los clientes. Para ello se acompañan de colaboradores, «porque no podemos saber de todo», entre los que se encuentran multinacionales como Microsoft y Vodafone, pero también empresas asturianas como Intermark, Izertis o Treelogic y startups como PixelsHub, Wetech o Neosentec para potenciar el ecosistema de innovación regional de la mano de las administraciones y la Universidad de Oviedo.
Prueba de la agilidad de este centro es que en apenas nueve meses adaptaron la tecnología del pasillo de aceleración ACCEL, con el que pueden trasladar a 7.000 personas a la hora a la velocidad media de un autobús urbano, a MULTI, el ascensor sin cables, presentado a nivel mundial en Gijon, que Alemania expondrá en la Expo de Dubai en 2020 y que tiene su centro de pruebas en ese país. Porque de Asturias salen las ideas, en las que tiene un papel fundamental el ecodiseño, pero luego los proyectos pueden terminar en cualquier lugar. Así, el pasillo sin foso iwalk, pensado como una alfombra mágica que se coloca sin obra civil y que está presente en los cinco continentes, se fabrica de forma exclusiva en Mieres, pero MULTI ya ha volado lejos.
Y todo esto sucede tras decidir salir de la zona de confort y bucear en otros sectores para reaprovechar sus avances, en este caso la tecnología de motores lineales propulsados por inducción magnética de los trenes bala. «Nuestro tamaño ideal es alrededor del medio centenar de personas porque la prioridad no es llenar esto de muchos proyectos, sino aportar más siendo ágiles y trabajar en la frontera, con ideas y tecnologías de otros negocios que podemos aplicar para mover personas», explica Sesma.
Así, sus proyectos beben de distintas fuentes. Su asistente automático de atraque (ADA) emplea la visión artificial para que las pasarelas se puedan colocar de forma autónoma en las puertas de los aviones, con lo que se ahorra personal, tiempo y mejora la eficiencia y seguridad. Esta automatización, que se desarrolla desde la fabrica de Airport Solutions en Mieres, se presentó este año en la feria 'inter airport Europe 2019' de Munich, donde se podía atracar en tiempo real una pasarela a la maqueta de 40 toneladas del Airbus 320 que hay el laboratorio de prototipos a escala real de Gijon. Y, gracias también a esta tecnología, han creado AGILE, con el que se puede detectar si hay un uso incorrecto de ascensores, pasillos o escaleras mecánicas, algún problema o los usuarios tienen una necesidad específica.
La colección de gafas virtuales del centro es amplia. Con ellas han creado un entorno digital para que operadores de pasarela puedan entrenar antes de realizar su trabajo de forma real, como si estuvieran en el interior de un videojuego y, gracias a las HoloLens de Microsoft, la conexión a la nube y el sistema predictivo MAX de los ascensores más modernos se amplían las posibilidades de los técnicos. Así, pueden predecir los problemas o detectarlos en tiempo real, el propio sistema ofrece soluciones y el técnico puede mezclar un ámbito digital con el real para tener más información o recibir ayuda de un compañero a kilómetros de distancia. HoloLinc es otra variante, en este caso combina las HoloLens y un configurador para medir y diseñar salvaescaleras en apenas siete minutos -el grupo fabrica 25.000 anuales-, con lo que se reduce en cuatro veces el plazo de suministro. Se trata, en definitiva, de abordar la movilidad con la mirada más tecnológica posible.